Derrota

Rafael Rivero Muǹoz

Caracas, 25/04/23

“… El que está condenado a repetir el pasado no es quien no lo recuerda, sino quien no lo comprende…”

Daniele Giglioli

El texto de Rafael Cadenas «Derrota», viene siendo quizas para la limitada òptica de un ciudadano de a pie, la màs literaria y difundida de todas las expresiones que se hayan podido escribir y leer en materia de vìctimas y de victimologìa; claro, Cadenas lo escribio en 1963, en aquella època en que dia a dia avanzaban las operaciones letales de guerra contra Venezuela, dentro de ellas, salta a tenor: “Un Dia Un Policia”.

Y ese aǹo 1963 lanza su primera operaciòn el Comando de la FALN Livia Gouvernier, con el asalto a la Sala “Cien aǹos de pintura francesa” en el Museo de Bellas Artes en Caracas y se roban cinco obras: Vincent Van Gogh “Flores en un vaso de cobre”, Pablo Picasso “Naturaleza Muerta”, Paul Cèzanne “Baǹistas”, George Braque “Naturaleza Muerta con Peras” y Paul Gauguin Naturaleza Muerta.

Vale recordar que el comando Livia Gouvernier fue fundado por la FALN en memoria a la victimizada estudiante de psicologìa Livia Margarita Gouvernier Camero, quien muriò el 01/11/1961 de un disparo por la espalda pero, no como pretendiò la propaganda del PCV. El tiro fue con una Madsen MI que tenìa en la mano y manipulaba su compaǹero de faena Clodosbaldo Russian Uzcategui, quien sentado detràs de ella en el Volkswgen y saliendo de la UCV para buscar su policia del dìa en la calle.

Clodosbaldo montando el arma con el dedo en el gatillo al soltar la corredera se escapò un disparo que bandeò a Livia de atràs adelante, derecha izquierda, abajo arriba; ninguno de los tres tripulantes del vehìculo la auxiliò sino que decidieron esperar que se muriera para luego arrancar hacia la urbanizaciòn Lìdice, donde en silencio bajaron el cadàver y lo abandonaron en la acera y a las puerta de la casa de habitaciòn de su madre; regresaron a la UCV e informaron que la habìa matado la Metropolitana y asi quedò y se iniciò la gran campaǹa del PCV para mutar un asesino en vìctima.

Al galardonado con Cervantes, Cadenas de hoy, recordandole la època de redacciòn de “Derrota”, cabrìa entonces, por ejemplo como demandò en su discurso del lunes 24/04/2023 “Es urgente defender la democracia”, y cambiando aquella “ilusiòn” de una revoluciòn libertadora por la criminal “realidad”, la que todos han expresamente silenciado de aquellas operaciones y entre ellas: «Un Dia Un Policìa».

Operaciòn del PCV asociado a los intereses de Fidel Castro, que asesinò en dos mil continuados dìas 200 policìas en las calles de ciudades y provincia venezolana, siendo el ùnico delito de esos policìas, estar en sus labores de calle vistiendo un uniforme, una placa y un arma individual; pero la Policìa en colectivo y todos los individualizados policìas venezolanos de la època, que se recuerde, jamàs se auto-victimizaron o protestaron, solo asumieron aquellos asesinatos como los derivados inevitables de la tarea que voluntariamente ejercìan; no asi sus asesinos plantados o sembrados por la manipulaciòn, como los hèroes de la, ilusa gesta revolucionaria, pasando a mutar en indefensas vìctimas cuando eran capturados; todos a la larga, con la pretensiòn en las campaǹas victimistas, lograrìan zafarse de los juicios para disfrutar luego de becas y de una impunidad absoluta de por vida ello, por manos de la polìtica en una democracia a la venezolana.

De algunos intelectuales expertos la afirmaciòn: quien no es comunista en su juventud, no tiene corazòn y quien lo sigue siendo a los cincuenta, no tiene cerebro.

Pasearse por la prosa de Rafael Cadenas en Derrota, obliga para entenderlo, a ubicarlo en el momento aquel que la redactò, solo asi se entiende la època en su prosa; se asume, como lo cita en su discurso, la UCV como el espacio fìsico de sus actividades y en plena efervescencia de la subversion en Venezuela.

Si èl estuvo o no involucrado en esa batalla, no se sabe pero, lo que se entiende y sin temor a errar, es que el medio grupal donde voluntariamente encajaba Cadenas mientras laboraba en esa redaccion, era el sanguinario extremismo revolucionario, y si estaba o no de acuerdo con esos crìmenes, tampoco se sabe pero, si por alguna causa personalmente disentìa del mètodo revolucionario y lo llegara a expresar, si es que alguna vez lo hizo, en ese ambiente de letal violencia, el rechazo y la cancelaciòn lo hubiese asaltado.

Tampoco se sabe si tuvo el coraje para hacerlo arriesgandose a reacciones peores por parte de sus pares; serà entonces alli, se asume, donde escribirìa: «… que tengo vergüenza por actos que no he cometido… que he perdido un centro que nunca tuve… que todo el dia tapo mi rebelion… que no me he ido a las guerrillas… que no soy de la FALN y me desespero por todas estas cosas…»

Si se llegase a leer el texto Derrota, para algunos resulta penoso porque estarà leyendo la total entrega de un derrotado, si no fuere la de un aplastado por su propia voluntaria incapacidad, y para aquellos gustos que prefieran antes que esa entrega, morir con las botas puestas; por eso, tratando de entender la prosa, se hace necesario y se buscò el contexto ambiental para ese violento tiempo en que puso negro sobre blanco y termino la pieza literaria Derrota.

Y cuando se està trabajando en la profundizacion de los entretelones de aquellas decisiones polìticas que desactivando al ciudadano, desarmaron el Estado, leer esa prosa literaria que de aquel y este momento expone, confirma que en la conducta de algunos intelectuales ese letal victimismo es sobre el que se construyeron las ilusiones donde se instalarìan los intereses de los caudillos en detrimento de los propios a comunidades humanas: los intereses pùblicos.

Y eso perturba, porque precisamente es ese el ambiente social propiciado por una generaciòn de polìticos que, para proponer e instalar sin resistencia alguna y durante las cuatro finales dècadas del siglo XX, una comedia de democracia sobre una parodia de Repùblica, y al amparo de una ficcion de Estado.

Y si se intentare alguna vez cambiar aquella ilusiòn por realidades, como lo demandò Rafael Cadenas en su reciente discurso “Es urgente defender la democracia” cuando recibe el premio Cervantes, salta a la luz que solo asi, en esa criminal realidad al amparo de ilusiones, fue donde se hizo posible que Venezuela, entrando al siglo XXI, fuera oficial y definitivamente dominada por Fidel Castro Ruz.

Chip o hierro candente para registrar y controlar lacayos

Aquella original idea y obra final de dos operadores de la “democràtica” generaciòn del ventiocho

Rafael Rivero Muǹoz

Caracas 09/04/2023

“… El analfabeto polìtico es tan burro que se enorgullece y ensancha el pecho diciendo que odia la polìtica. No sabe que de su ignorancia polìtica nace la prostituta, el menor abandonado y el peor de todos los bandidos que es el polìtico corrupto, mequetrefe y lacayo de las empresas nacionales y multinacionales…”

Bertolt Brecht (1898-1956)

Por tercera vez regresa a la palestra pùblica el asunto de un chip electrònico a ser incorporado a la tarjeta para la identificaciòn personal para el “Control Ciudadano” en Venezuela.

Recordando que esa fue la expresiòn original en su primera presentaciòn en el aǹo 1997, en el ùltimo perìodo de la Administraciòn y gobierno de representantes de, en los hechos de hoy, la fracasada generaciòn del vetiocho y sus cuatro dècadas en una fantasìa de democracia, en una parodia de Repùblica y su ficciòn de Estado.

Aquel “Sistema Populista de Conciliaciòn de Èlites”, en manos para aquel momento del constitucionalista Rafael Antonio Caldera Rodrìguez y de su Ministro del Interior, otro constitucionalista, Josè Guillermo Andueza Acuǹa, ambos renombrados acadèmicos y “Miembros de Nùmero” de la Academia de Ciencias Polìticas y Sociales, sillòn numero dos que ocupò el primero desde el 16/07/1945 hasta su muerte 24/12/2009 y fuera sustituido por el segundo el 06/04/2010; es decir dos reconocidos y galardonados personajes de indiscutibles mèritos en la historia polìtica y del Derecho en Venezuela, sobre cuya decisiòn polìtica, por lo visto, hay que arriesgar la severa y pùblica crìtica de un ciudadano comùn; y eso, mientras ese vocablo ciudadano y sus atributos, no termine siendo aplastado y desaparezcan ya definitivamente de la praxis polìtica en Venezuela.

El selecto acadèmico Josè Guillermo Andueza, en funciones de Ministro del Interior y subalterno directo del otro electo acadèmico Rafael Caldera, el 17/08/1997 en un encartado en el diario El Globo de Caracas y titulado en letras de madera en pàgina central, oficialmente expresa una aberraciòn: “… muestrame tu cèdula y te dire quièn eres…”; un tema suficientemente tratado en el capìtulo II del libro El Proceso (2001).

Ni en aquel momento, ni en la siguiente intentona con el Ministro del Interior Luis Alfonso Dàvila Garcìa con el aviso de Licitaciòn No MIJ-00-09-01 Sistema de Identificaciòn Nacional y Control Ciudadano del 06/10/2000, se pudo leer o escuchar en boca y pluma de los afamados intelectuales, orgànicos o no, alguna opiniòn en contrario a esa pretensiòn oficial de controlar a los ciudadanos, y menos serà posible en este tercer intento del Director del Saime Gustavo Adolfo Vizcaino Gil, para encontrar la opiniòn de algùn experto con alguna disidencia u opiniòn en contrario a las citadas afirmaciones que niegan la condiciòn ciudadana.

En consecuencia, cabe preguntar a la luz de una decisiòn iniciada por dos de los màs encumbrados acadèmicos venezolanos: en alguna parte de la Constituciòn 1961 o la 1999 o en algùn texto del cuerpo de leyes vigentes que no haya sido posibe encontrar, se considera algùn tèrmino, tècnico o no, que califique como lìcito lo que a todas luces se definirìa con el oximodon: “Control Ciudadano”. Que como segunda exigencia a su vez, legitime eso que el afamado constitucionalista Andueza Acuǹa oficialmente dejara por escrito en un diario de circulaciòn nacional: “… muestrame tu cèdula y te dire quièn eres…”.

Entonces, la conocida y mal llamada Cèdula de Identidad en Venezuela, no ha sido ni es un instrumento expedido oficialmente por funcionarios del Estado, para la identificaciòn del ciudadano frente a la Administraciòn, sino todo lo contrario, es una Ficha Policial por decisiòn polìtica de la Administraciòn y que naciò entonces con el Decreto Orgànico del 04/08/1937 cuando se crea el Servicio Nacional de Seguridad dependiente del Ministerio de Relaciones Interiores, con sus tres dependencias Guardia Nacional, Oficina Nacional de Investigaciòn e Identificaciòn de Extranjeros y que el luego fuera prumulgada como ley por el Congreso el 30 de julio de 1938 y destinada para el control de gobernados, lo cual inevitablemente determina que todo habitante que viva, trabaje, respire y transite en todo el territorio de Venezuela, no podrìa ni puede ser calificado como ciudadano, sino como un potencial sospechoso de algùn crimen y por tanto, debe estar fichado en el òrgano de control policial, para asì permitir a la Administraciòn la vigilancia preventiva y la ulterior represiva, si fuere el caso.

En esos tèrminos y a todos los efectos, poco falta entonces para que la nueva Administraciòn y el ahora en curso a instaurar como “Còdigo de Identificaciòn”, reedite los conocidos mecanismos de control de poblaciòn y se pueda imprimir èste al hierro candente sobre la anatomia del habitante o se le implante ese chip en alguna seleccionada parte de cada cuerpo; y eso, ya desde el mismo momento de su nacimiento.

Ninguna conocida maquinaria para el control mejor que eso, que ni los chinos se han atrevido a implementar; para ellos ese control lo llevan adelante por una muy compleja red de càmaras (informan medios que en 2017 tenian desplegadas 170 millones de càmaras y para 2023 llegaron a 400 millones de càmaras, cada una ellas entonces, cubre aproximadamente una superficie de 24 por 24 metros, 576 mts2) dispuestas en todo el paìs en todos los lugares pùblicos, de trànsito y de concentraciòn de poblaciòn y con el activado programa de identificaciòn facial, capacitado para la individualizaciòn de cada sujeto de interès captado.

Pero, hasta ahora los chinos no han tocado ni tocan a ninguna individualidad de sus habitante sin antecedentes penales y menos, le imponen dispositivos ni sistemas corporales para su vigilancia, supervisiòn y control y eso, salvo a quien adquiera para uso regular un celular en cuyo caso, la empresa vendedora y proveedora del servicio, està obligada y deberà registrar en el sistema de control, todos los datos del comprador, incluido el anàlisis y registro electrònico completo de su cara, a los efectos de poder controlar sus accesos y los usos en las redes electrònicas de difusiòn y comunicaciòn.

De admitirse hoy tal modalidad para la identificaciòn y control de todos y cada uno de los habitantes del territorio de Venezuela y que todos y cada uno de esos habitantes acepten sumisos el procedimiento y se sometan a esa modalidad de “control Ciudadano”, entonces definitivamente en Venezuela para quien lo acepte, diluirà desde ese mismo momento del registro, en hechos y en derechos, el tèrmino ciudadano.

Resulta inaplicable el vocablo ciudadano y siendo la muerte definitiva del tèrmino y sus derivados que, aunque nunca puede afirmarse a plenitud, el tèrmino ciudadano, jamàs tuvo una real continuidad pràctica y sostenida vigencia en las cuatro dècadas en manos de aquellas publicitadas elocubraciones democràticas de la generaciòn del ventiocho y una sustentable evidencia o prueba de ello, precisamente lo muestra la pùblica expresiòn que pautaron las decisiones polìticas de los dos citados y afamados constitucionalistas y formadores de profesionales en Derecho de esa generaciòn, Rafael Caldera y Josè Guillermo Andueza, con su “Control Ciudadano”.

Un sujeto que sometido a un control sostenido y permanente 24 sobre 24 en el territorio de Venezuela, que se le obliga al portar, sea por herraje candente, chip incorporado a la tarjeta de identificaciòn, lo sea con un chip inoculado en su organismo, entra inevitablemente en una categorìa totalmente contraria a las universalmente conocidas idea, concepto y funciòn de ciudadano y ciudadanìa, y como un bien o propiedad del Estado, por obra y voluntad polìtica de una dirigencia, no podrà jamàs superar la de una herrada bestia.

Se incorpora asì a una categorìa de lacayo o siervo al conocido estilo de bienes de uso y propiedad del seǹor feudal; y una vez allì, nada ni nadie le garantiza que los problemas presupuestarios de la Administraciòn la haga derivar hacia esquemas de control menos honerosos y esa identificaciòn por asignados nùmeros de series, deriven como en tiempos pasados; primero fueron los nùmeros en los uniformes, como empezò en los campos de concentreaciòn de prisioneros de Auschwitz I el principal, II Birkenau, III Monowitz; alli las SS introdujo la primera separaciòn de prisioneros por series consecutivas distinguiendo entre los judìos la mayorìa de los prisioneros y los de otros orìgenes; ya para 1940 se consolidarìa el mètodo y para otoǹo de 1941 estaba generalizado, en marzo de 1942 les surge el problema de que, depojados los cadàveres del uniforme no se les podìa individualizar, identificar y asì, se iniciarà el tatuaje del nùmero de serie que para mayo de 1944, con una nueva organizaciòn, esos nùmeros de las series comenzaron a ser precedidos por una letra.

Entonces, fuere con un moderno chip electrònico inserto en la tarjeta de identificaciòn o inyectado bajo la piel, o sea con la vieja conocida receta de variantes del hierro candente para controlar rebaǹos de bestias, el objetivo de aquellos afamados constitucionalistas en aquellas alabadas cuatro dècadas del sistema populista de conciliaciòn de èlites, no se distingue ya del propio a los revolucionarios del hoy en las dos subsiguientes dècadas; en ambos, ya en el final de sus tiempos, reconocidas las manifiestas incapacidades para atender con propiedad los compromisos de una Administraciòn, no les queda otra que la de intentar controlar y aterrorizar a todos sus gobernados; y para ello, resulta indispensable desaparecer primero, cualesquiera fueren las expresiones y manifestaciones de ciudadanos y de ciudadanìa.