Garantizar impunidad absoluta a terroristas

La más elaborada, tecnificada y eficiente tarea del Crimen Organizado Internacional

Rafael Rivero Muñoz

Caracas, 08/10/22

“… La primera vez coincidencia, la segunda casualidad; la tercera, enemigo en acción…”

“Goldfinger” Ian Fleming

Quizás no esté demás observar en el momento, cómo una Venezuela como país se está diluyendo en el hacer y en el dejar de hacer de y en la “política” de oportunistas erigidos dirigentes, fueren éstos de la izquierda, de la derecha, del centro, de un lado y hasta del otro lado, y hoy bajo el paraguas del colombiano que se hace llamar Nicolas Maduro Moros en funciones de presidente.

Al final en los hechos, uno tras otro, grandes trozos de territorio podrán ser impunemente anexados a los particulares intereses de representantes en turno del Crimen Organizado Internacional, y por si alguien olvidó los entretelones de este historial criminal en la dilución de Venezuela como Estado soberano en el concierto de naciones, recordémoslo en estos momentos de una muy particular incidencia en curso.

Sus determinantes, como quedarían registrados y pueden ser observados desde la limitada y particular óptica de Seguridad de Estado, arrancaron siete décadas atrás en Centro América, se asentaron a partir de 1960 en Venezuela, se consolidarían a partir de 1969, darían una publicitada, rimbombante y pública fe de vida aquel dos de febrero de 1989 y concluirían en su ininterrumpido proceso de destrucción, a partir del inicio del Siglo XXI y a todo lo largo y ancho de los últimos cuatro períodos. 

De extendernos en el soporte del comentario habría entonces que entrar en los detalles del hacer y del dejar de hacer de la dirigencia política tanto como de sus políticas y como de éstas sus derivados en catorce lapsos de gobiernos a partir de 1958 (1 provisorio, 9 electos, 1 interinato y 3 selectos) y de las cuales que se recuerde, ninguno de ellos, jamás asumió responsabilidades, menos le fueron demandadas y mucho menos han rendido cuentas.

Ahora para completar en y desde Venezuela las tareas en curso de un conocido representante y operador en turno del Crimen Organizado Internacional; desde la Sala José Rafael Revenga del Núcleo de Casa Uslar Pietri, el operador y “pacificador” en la rama terrorismo internacional, José Luis Rodríguez Zapatero, de nuevo en nombre de la paz, inicia las tareas destinadas a garantizar total y absoluta impunidad para los cuadros de mando superior y medio de su asociada tercera agrupación terrorista internacional.

Esta vez se trata de la colombiana ELN (Ejército de Liberación Nacional), que como es de total conocimiento, impune y ya suficientemente desplegada está consolidada en áreas territoriales equivalentes a más del sesenta por ciento del territorio de Venezuela.

Recordemos, que la primera banda de terroristas con la que negoció la “política” para y hasta otorgarles impunidad total a criminales, fue en y por el régimen de España, la ETA (Euskadi Ta Askatasuna en catalán) y las negociaría por “coincidencia” en su momento el jefe del gobierno José Luis Rodríguez Zapatero en la VIII legislatura 2004-2008 y hoy varios de sus electos y selectos operadores del terrorismo ejercen funciones políticas en sede legislativas y alguno que otro en el Ejecutivo de España.

La segunda banda, por “casualidad”, fueron  las negociaciones con las FARC Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, iniciadas a instancias de Fidel Castro Ruz y del operador José Luis Rodríguez Zapatero por la vía de Hugo Rafael Chávez Frías, fue por las que se negociaría la total impunidad, con el ex M19 «Santiago» y en función de presidente de Colombia, Juan Manuel Santos Calderón en la legislatura 2010 2018 y a quien los antiguos negocios petroleros con la presidenta del Comité del Nobel Kaci Kullmann Five, a quien se desempeñara antes como ministra de Comercio y  en un alto cargo gerencial de Statoil la petrolera noruega y en su momento Santos Calderón le otorgara importantes concesiones petroleras, sumando a esas particularidades, las recomendaciones de su mentor Fidel Castro Ruz, para otorgarle el Premio Nobel de la Paz 2016.

De nuevo José Luis Rodríguez Zapatero en sus actividades políticas para la importante rama del terrorismo en los mecanismos de acción del Crimen Organizado Internacional, inicia los avances hacia nuevas negociaciones en Colombia, esta vez y seguramente ya acordada con antelación, con el ex M19 Gustavo Francisco Petro Urrego, hoy también en funciones de presidente de ese país y para garantizar la impunidad absoluta a todos y cada uno de los mandos terroristas del ELN en cuyo caso, además se sumarán las concesiones políticas y ulteriores incorporaciones a los poderes clásicos del Estado en Colombia.

Al igual que como coincidencia lo fuera con la ETA y como casualidad lo fuere con las FARC, este desempeño político de José Luis Rodríguez Zapatero en y desde la sede de la fundación bajo el nombre del más conocido y publicitado intelectual en la historia y el territorio de Venezuela, se identifica sin lugar a dudas a ese depurado estilo de un ya clasificado “enemigo en acción” puesto que, indiscutiblemente, su programa de acción contando como se evidencia, con el expreso apoyo de intelectuales y sobre un impuesto dejar de hacer de quienes se dicen y publicitan como representantes de los intereses venezolanos, tendrá muy severas y mucho mayores trascendencias en, y para, el territorio de lo que aún queda de Venezuela fuera del control político criminal de la banda terrorista colombiana conocida como el ELN.